La conservación del medio ambiente, a través de la explotación responsable y sostenible de los recursos naturales debe ser un objetivo primordial para la sociedad.
Los problemas ambientales son uno de los principales desafíos del mundo industrializado, cuya continua producción de bienes de consumo requiere un continuo ingreso de materias primas, extraídas directamente. La revolución industrial en el siglo XVIII, trajo un gran avance productivo, pero también un modelo económico basado en extraer, transformar usar y tirar. Este modelo lineal ha desembocado en la sobreexplotación de los recursos y la contaminación del planeta, con consecuencias en el desarrollo económico y social; la producción agrícola, los animales e incluso en nuestra propia salud.
Ya en los años 60 se empezó a desarrollar el concepto de “Desarrollo Sostenible”, incidiendo en la importancia de cuidar los recursos naturales de hoy para garantizar la calidad de vida de las generaciones futuras. Han pasado muchos años y ahora más que nunca se vuelve imprescindible cambiar nuestros hábitos de consumo, nuestro modelo económico se debe transformar en un modelo ser más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Ellen MacArthur, nacida en el Reino Unido en el año 1976, fue la creadora del modelo que hoy en día conocemos como economía circular y en el año 2010, puso en marcha la «Fundación Ellen MacArthur«, cuyo objetivo principal consiste en lograr un cambio en el paradigma económico que existe en nuestro modelo de consumo de las materias primas de la Tierra.
La economía circular es un marco de soluciones sistémicas que hace frente a desafíos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, los residuos y la contaminación. Cada europeo consume una media de 14 toneladas de materias primas anualmente y genera 5 toneladas de residuos. El objetivo fundamental de la economía circular es que dichas materias primas y residuos puedan reciclarse, reutilizarse o repararse.
La economía circular evita que los materiales valiosos se desperdicien y los sistemas naturales se degraden, y lo hace aplicando tres principios:
- Eliminar los residuos y la contaminación.
- Hacer circular productos y materiales
- Regenerar la naturaleza
Esto significa diseñar edificios, automóviles y productos electrónicos, por ejemplo, para que se usen por más tiempo, se reutilicen muchas veces, se reconstruyan y finalmente se reciclen. De esta forma, se mantienen los recursos que se utilizaron para fabricarlos (los materiales, la energía y el tiempo de las personas) en la economía.
El valor creado para las empresas es la reducción de los costos de compra de materias primas y la fabricación de nuevos productos (incluso si se utilizan más materiales por adelantado para hacer que los productos sean duraderos). El valor para los clientes es obtener acceso a bienes a precios más bajos. Los beneficios para el medio ambiente y la sociedad incluyen menores emisiones de gases de efecto invernadero, aguas más limpia y menos vertederos.
Es preciso implementar cuanto antes estrategias de reutilización, recuperación y aprovechamiento eficiente de unos recursos que empiezan a mostrar síntomas de agotamiento. La Economía Circular, es el modelo económico más sostenible e integrador, y busca optimizar el uso de los materiales, la energía y los residuos para su reincorporación al ciclo productivo